Localidad: Sotillo de la Ribera
En el siglo XV Sotillo de la Ribera tenía una iglesia medieval.
El aumento de población y de la riqueza en la centuria siguiente debido al viñedo
(en el siglo XVI se creó una regulación vitivinícola en la zona que
aportó muchos beneficios económicos, lo que nos ayuda a comprender la
riqueza artística que hay en estos pueblos vitivinícolas), supuso que
se colocaran los cimientos del nuevo templo iniciado en el XVII y
acabado en el XVIII.
Tenemos un templo entre la tradición clasicista y el barroco,
que concentra la máxima riqueza artística en su portada. Notable
riqueza retablística, con exuberantes ejemplos barrocos y buenas
muestras neoclásicas como el retablo mayor.
La excelente calidad de las esculturas hace posible que destaque por su belleza la Semana Santa de Sotillo de la Ribera.
Espléndido órgano de la 2ª mitad del XVII y singular Vía Crucis de piedra tallado por el escultor local Amancio Calvo.
1.1.-LOS RASGOS EXTERIORES
Salvo
en las portadas, se define por su austeridad y sencillez más acorde con
los gustos clásicos. Los elementos barrocos se encuentran en el
interior del templo.
a.- Magnífica torre barroca.
Construida por Domingo de Ondátegui entre 1732 y 1740 facilita por su
elevación que las campanas "voz de la iglesia", puedan oírse en la
localidad, actuando como medio de comunicación rápido y eficaz.
b.-La fachada principal.
Construida también con piedra de sillería, se inicia en 1768.
Es obra de los maestros canteros Manuel de Isasbiruil, y de Domingo de Ondátegui.
Aunque
tiene una clásica concepción en la interpretación del orden
arquitectónico, es barroco el contrastado juego de luces, a base de
entrantes y salientes, formando un conjunto de dinámico alzado.
Consta
de tres cuerpos, hornacinas en las que aparece la imagen de San Pedro
con el atributo de las llaves en la mano (existía una Cofradía de San
Pedro) y de Santa Águeda (patrona de Sotillo de la Ribera), rematado
con un frontón partido coronado por una cruz, al modo de un gran
retablo pétreo, como podemos apreciar también en la Iglesia de Gumiel
de Izán, realizada un siglo antes. La de Sotillo servirá de pauta para
la que se efectuará en Vadocondes.
1.2.- LOS RASGOS INTERIORES.
Tiene tres naves, que se desarrollan a la misma altura, La nave central destaca por su mayor anchura y porque incorpora un elemento barroco muy característico desde las últimas décadas del siglo XVII: una cúpula en el tramo anterior a la cabecera.
La bóveda semiesférica se levanta entre 1702 y 1704, muy al gusto barroco.
Algunos rasgos de la cúpula evidencian la influencia de la capilla de San Pedro Regalado en el convento de La Aguilera.
Las pechinas decoradas con pinturas hacen alusión a Santa Águeda y a San Pedro.
a.- La Capilla de San Miguel.
Miguel
Herrero Esgueva accede en 1723 al cargo de Arzobispo de Santiago de
Compostela. Recibió sepultura en el templo catedralicio.
Don Miguel debió dejar alguna disposición testamentaria relativa a la fundación de una capilla en la iglesia parroquial.
Don
Tomás Gutiérrez, en nombre del difunto prelado, compra la nueva
sacristía erigida entre 1726 y 1730, (debido a que era la zona que
estaba más cerca de la altar mayor).
El retablo principal, presidido por San Miguel, constituye un claro ejemplo de escultura dieciochesca.
Las
esculturas de los retablos laterales están dedicados a devociones muy
frecuentes en la época: San Francisco Javier y San Ignacio.
Se
les presenta como peregrinos en función de su actividad apostólica y
evangelizadora, ya que don Miguel desplegó una intensa labor
apostólica.
b.- Todas las personas que han tocado el órgano barroco
de Sotillo de la Ribera en los diferentes conciertos elogian este gran
instrumento musical. Es uno de los pocos ejemplares de esta época que
quedan en Castilla y León e incluso en España. De sobria
ornamentación, se instaló en un ala o pequeña tribuna del coro,
situándose frente a la entrada de la iglesia. Fue encargado entre
1708-1709.
c.- El Retablo Mayor
En 1778 se vende el retablo viejo del
Altar Mayor a la parroquia de la Trinidad de Roa. En su lugar se colocó
uno nuevo, financiado por el canónigo sotillano Juan Antonio Serrano,
de caracteres neoclásicos pero con evidentes reminiscencias barrocas,
acorde a los modernos presupuestos estéticos de la época, muy diferente
a las creaciones de los talleres arandinos a los que, quizá hubiera
recurrido la Parroquia.
En la gran hornacina central se aloja la
imagen de Santa Águeda. Dos pequeños medallones dorados reflejan
escenas de la prisión y martirio de Santa Águeda.
En las
calles laterales San Juan Bautista y San Jerónimo. El remate contrasta
con el cuerpo inferior por su abundancia de imágenes. Es un efecto
buscado de acumulación y de movimiento propio del barroco final.
Este retablo figura en los libros provinciales de arte como uno de los mejores en su estilo de toda la geografía burgalesa.
El Retablo de la Dolorosa.
La arquitectura del antiguo retablo de la Virgen de la Piedad se
trasladó a una de las ermitas, colocando la imagen en el nuevo
neoclásico.
El Retablo del Cristo (el del "Miserere")
se trasladó también en su totalidad a otra ermita haciéndose de nuevo
incluso la imagen en 1777. Estos dos retablos laterales son de gran
sencillez, sin detalle barroco alguno.
El llamado "Monumento" que se
realiza durante la Semana Santa, es de esta época y esta imbuido de
estas características del estilo neoclásico.
Podemos
concluir que el neoclasicismo se adopta gracias a la intervención de
determinados mecenas o asesores, en Sotillo la de Juan Antonio Serrano.
d.- La Capilla del Rosario.
Excelente
muestra de la arquitectura neoclásica, de planta cuadrada, y cubierta
con cúpula oval y rematada por una linterna. Fue mandada construir con
fines funerarios por el canónigo Juan Antonio Serrano.
El retablo mayor está dedicado a la Virgen del Rosario.
La
zona central tiene una hornacina en la que se aloja esta Virgen y a sus
laterales se encuentran las imágenes de San Francisco de Sales y de San
Juan Bosco.
Lo más interesante es el remate en lo alto del altar con un rico programa de esculturas, más clásicas y escalonadas.
En
la hornacina se aloja San Joaquín que lleva de la mano a la Virgen
niña. Un poco más abajo hay dos figuras femeninas, una mostrando las
Tablas de la Ley, y la otra con una iglesia, que representan las
alegorías de la Antigua y de la Nueva Ley.
En un nivel inferior completan el conjunto de imágenes de la Esperanza, la Fe y la Caridad.
El
retablo de Jesús de "Nazareno" se hizo para albergar la imagen de Jesús
camino del Calvario, de una excelentísima calidad, que ocupa un gran
medallón central, figurando en relieve la escena de un santo asistido
por San Benito y ángeles.
Los retablos neoclásicos fueron
encargados y pagados por los feligreses de la parroquia, salvo los
costeados por Juan Antonio Serrano.
Se trata de obras que podemos considerar de origen popular y que buscan su culminación en la renovación y embellecimiento del templo parroquial.
Es
altamente significativo el hecho de que en ninguno de los casos que
contemplamos el nuevo retablo se labre para llenar el vacío, sino que
en todos los casos sustituyen a otros anteriores y en buen estado.
No debemos olvidar que el siglo XVIII , fue un periodo de relativa paz y prosperidad y ello supuso buenas ventas de vino de esta zona y con parte de estos ingresos se pudieron costear las obras.